Deabtir en Facebook el concepto
Recordando que en Julio de 2009 se indicó a la CNRT y a Vialidad Nacional que toda nueva infraestructura a montar sobre el ferrocarril (Puentes), en las líneas de trocha ancha que acceden a Rosario y Bahía Blanca (es decir, toda la trocha ancha), deberían ser restringidos a una mínima altura sobre el riel de 7,52 m sobre el hongo del riel y así permitir el paso de trenes de carga con dos contenedores apilados y/o trenes de pasajeros de doble piso con altura interior máxima en cada nivel, y que dicha instrucción fue anulada seis meses más tarde por recomendaciones de funcionarios de larga trayectoria ferroviaria para que se siga construyendo puentes con la altura de menos de 5,41 m indicada en el año 1981 para permitir la construcción de puentes en las ciudades, se entiende que tenemos una gran debilidad conceptual en lo que es la CAPACIDAD PÚBLICA para ejecutar las POLÍTICAS PÚBLICAS.
El decisor, los decisores, de aquella política pública que permitiría comenzar a preparar la nueva infraestructura ferroviaria para el futuro cercano y así bajar en un 40% el costo de los fletes de contenedores y otras especialidades, quedaron subyugados a las cortas visiones, o como se considere adjetivar, de quienes deberían ejecutar su parte como hacedores de la capacidad pública.
Éstos subyugaron a la capacidad política bajo la capacidad pública bajo el discurso de que hay que hacer planes de largo plazo.
Sí, planes de largo plazo sí, pero no desde la mirada de dos o tres actores técnicos que demostraron largamente su capacidad hasta la fecha, sino desde la gestión de un proceso de planificación territorial al que las redes, por caso el ferrocarril, respondan a los requerimientos estratégicos y no al revés, que sea el ferrocarril el que defina que hacer en el territorio.
Así ocurrió: Una decisión de política pública con impacto en el territorio y que obedecía a lo que el PET (Plan Estratégico Territorial), había definido en sus documentos anteriores a 2008, quedó demolida y anulada por el ¿capricho? de un microespacio de burócratas.
Esa misma presión para que la altura de los puentes no sea decidida sino a través de algún largo estudio aislado y sectorial, es idéntica a la que niega la conectividad, DESDE LO TÉCNICO, de las redes ferroviarias de los seis países vecinos que poseemos red ferroviaria (o poseíamos...como Paraguay).
Esa presión que dice que para integrarnos hay que hacer un gran estudio y unir a todos con "trocha media", es la misma que, pruebas a la vista, solo sostiene operativas apenas tres de las siete vinculaciones ferroviarias de Argentina con los cinco vecinos.
La política ferroviaria argentina debe ser latinoamericana y, en especial, focalizada en los seis países vecinos del sur del Cono Sur. Territorio primero, transporte después, ferrocarril detrás y unificación técnica en la medida de lo que se necesite, sin que ello implique no hacer nada o con el ferrocarril (aislados), o con la unificación técnica (largo plazo).
Autor: Jorge de Mendonça
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