Cuadernos Intermodales para la Economía del Transporte

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Capítulo 0: ¿Intermodal o Multimodal?

Capítulo 1: Tractorismo, el divorcio tractor-semirremolque

Capítulo 2: Vagones libres

 

Capítulo 2do: Vagones liberados, cuando la carga del ferrocarril no es ferroviaria.

Nota:

En el presente capítulo se encontrará en muchos casos que, la operación a describir, no implica intermodalismo en lo técnico, pero su participación, el formato del modelo descrito, es componente mínima y esencial del complejo intermodal. Por ello, esos casos que no parecieran ser intermodales, sí lo son, pues son la pieza basal del modelo de su economía.

Un vagón común que se intermodaliza…

Cuando la carga del vagón no es del ferrocarril

Si un operador logístico contrata la utilización de vagones para la carga de sus propios clientes y el traslado de las unidades entre origen y destino, donde la operadora de tracción ferroviaria se limita a ejecutar ese traslado, casi, sin importar qué contratos de carga contienen las unidades de transporte que moviliza dentro de sus vagones, estamos frente a una operatoria de la economía de transporte intermodal.

Composición de lugar

A partir de lo que aquí se expresa conceptualmente, el universo intermodal queda definido en tres grandes miradas en un mismo mundo:

·         Mirada técnica

o   Sí y solo sí su economía es intermodal, cualquier tipo de operación de transporte en la que la carga es consolidada en un dispositivo (unidad de transporte), y el traslado del mismo es realizado por dos o más modos de transporte.

·         Mirada económica

o   Cualquier tipo de operación de transporte en la que la carga es consolidada en un dispositivo (unidad de transporte), y el traslado del mismo es realizado por dos o más firmas transportadoras, aunque no fuera en forma multimodal.

o   Toda vez que la movilización del dispositivo es realizada sin relación con los contratos de carga. Reglamentado, serán dos guías, una del dispositivo y otra de la carga en el dispositivo.

·         Mirada técnica y económica

o   Cualquier tipo de operación de transporte en la que la carga es consolidada en un dispositivo (Unidad de transporte), y el traslado del mismo es realizado por una combinación de compañías y modos diferentes.

Si un semirremolque tractoreado por diferentes compañías es una cuestión de la economía intermodal, también lo es un vagón que, cargado, es traccionado por dos o más compañías y ambas ajenas a la ejecución del contrato de carda de la mercadería interior a la unidad de transporte. No es una cuestión de técnicas, sino de procesos más o menos intensos de un mismo universo de reglas que tienden a buscar la maximización de la eficiencia y la baja de costos en la producción de los fletes.

Desespecialización ferroviaria

Pasada la primera mitad del Siglo XX, el ferrocarril en Argentina comenzó a abandonar diferentes tipos de cargas. En los años 90 alcanzó a abandonar todo tipo de diversidad, limitándose a unos pocos graneles, muy pocos tipos de cargas generales y apenas a recuperar la carga de contenedores. Otras cargas aparecieron, algunas generales, pero jamás en la diversidad de treinta o más años atrás.

Aunque tendencia global, en Argentina se tornó en exageración.

¿Cuál es la especialidad ferroviaria vigente a lo largo del tiempo?

Arrastrar, remolcar, traccionar vagones. Eso es lo que en los años 50 comenzaron a comprender los ferroviarios de los EEUU y los ayudó a que surgieran nuevos tipos de inversión en ferrocarriles (Y que el negocio del riel no desapareciera).               

Las dimensiones asimétricas entre el comercializador y el cliente

Los ferrocarriles fueron notando cada vez más el peso que su parte comercial requería para atender a la totalidad de los clientes en sus tamaños, diversidades y dispersión geográficas.

Contraposición

La sumatoria de las pequeñas cargas, la capilaridad que suma fortunas a la integralidad comercial de las grandes troncales ferroviarias, genera una alta demanda de mano de obra comercial y sus consecuentes estructuras burocráticas, técnicas y operativas. Como el perro mordiéndose la cola…que si no se tienen millones de pequeñas cargas se baja en la rentabilidad, pero que la dimensión técnica y burocrática de atenderlas afecta a la rentabilidad de toda la empresa ferroviaria.

Tercerizaciones y ferrocarriles entre patios

Un modelo de tercerización requiere un objetivo para el cual realizarlo y, por ende, una estructura por sobre el objeto tercerizado. Una decisión de qué y el para qué que los lleva a través del cómo.

Ni las compañías ferroviarias concesionarias desde los 90, ni antes el propio Ferrocarriles Argentinos, fueron por un plan de comercialización que utilizara una metodología de tercerización.

Igualmente, la tercerización de tareas planificadas requiere que las mismas sean parte del plan de la firma que las encarga. Que las dirige. Eso igualmente requiere grandes estructuras de planificación y control. Estaríamos casi en el mismo lugar de la comercialización directa.

Pero ese tipo de planteos solo surge sí y solo sí el objeto de la firma ferroviaria es capturar masivamente todo tipo de cargas.

Si, como algunos modelos de concesionarias, solo se restringe su modelo comercial a las de su exclusivo interés corporativo entre los patios de sus industrias, el ferrocarril es, apenas, una última milla de un establecimiento minero o industrial.

Un ferrocarril operativo para el comercio propio y de terceros

¿Qué significado presenta el que una compañía ferroviaria conceda sus vagones para que terceras compañías, ferroviarias o no, los completen con carga y esa compañía u otra se encargue de traccionarlo desde donde es cargado hasta donde es descargado?

·         Implica aislar la carga de su transporte;

·         Implica concentrar la movilización en la unidad de transporte;

·         Implica estandarización de procesos;

·         Implica una economía intermodal de transporte.

Para el ferrocarril, en su interés comercial, movilizará un vagón, una unidad de transporte de un sitio a otro por sí o con la convergencia de terceros ferrocarriles. En lo efectivo, el tipo de carga solo contará en las estadísticas, pero no en lo relativo a tarifas e ingresos de ninguna de las firmas ferroviarias.

Así, el ferrocarril se dedicará a las grandes cargas de pocos clientes, pero adicionando grandes volúmenes de movimientos gracias a la comercialización que terceros operadores de transporte especializados hacen para cargar los vagones libres por los que contratan traslados y/o arriendos.

Los vagones libres, como una celda del intermodalismo

La puesta a disposición de operadores logísticos y de transporte de una parte de la flota de una compañía ferroviaria, con los necesarios espacios para la carga y descarga de los mismos, dispone una oportunidad de fuerte apertura del ferrocarril hacia los componentes de menor tamaño y mayor capilaridad del mercado de transporte:

·         Camioneros y logísticos.

·         Inversores en material rodante ferroviario.

·         Inversores en espacios de logística y transferencia.

La operación no es multimodal, aunque las cargas provinieran de camiones y luego nuevamente viajaran en automotor, pero sí es intermodal ante la definición inherente a éste Capítulo 2do, en el hecho de desligar los contratos de transporte del contenido de la unidad de transporte (el vagón libre), de los contratos de su traslado por uno o varios ferrocarriles de tracción u otros modos de traslado, como ferrys.

Los vagones libres en la operación y economía ferroviarias

La productividad de los vagones que el ferrocarril deje a disposición de terceros para su explotación, cuentan a la economía interna como una unidad comercial que debe proveer renta como cualquier otra unidad de explotación.

Así, los espacios técnico operativos ferroviarios, sean anexos propiedad de terceros o ferroviarios concedidos a los operadores logísticos y de transporte, también sumarán a la renta del complejo ferroviario mayor.

La liberación de esos vagones para el uso por terceros, debe estar regulado para que ni el ferrocarril o propietario (tercero) de los mismos, ni los operadores de transporte que los contratan, queden sujetos a trato diferencial entre unos y otros.

Esa modalidad permitirá la incorporación de grandes inversiones en vagones de propiedad de terceros no ferroviarios, donde no es recomendable que se incorporen unidades de explotación de un mismo negocio, pues aunque van a las pérdidas de quien lo utiliza, genera estadísticas y uso de vía de forma ineficiente al no poder ser utilizados por otros servicios y/u otros operadores de transporte.

Cuando la tipología y/o trazabilidad de la carga exigen el único uso del vehículo, es posible que no fuera ineficiente el que un tercero compre vagones para su exclusiva explotación.

La explotación e incorporación de vagones libres ferroviarios y de terceros

El concepto a través del cual resulta eficiente y altamente rentable la incorporación de vagones propiedad de terceras compañías, lo mismo que la disposición de vagones del ferrocarril a ese universo de vagones libres, es el siguiente:

·         Los vagones libres deben estar a cargo de operadores habilitados que garanticen la trazabilidad de su explotación, mantenimiento y protección económica del bien y su utilización garantizada.

·         Los actores del complejo ferroviario deben corresponder con una participación en las tarifas ejecutadas con la utilización de los vagones de terceros.

·         Se deben establecer espacios de depósito neutrales a lo largo de las líneas y ramales ferroviarios para que esos espacios sean considerados

·         Todo el complejo económico ferroviario debe internalizar en sus estructuras tarifarias las participaciones a terceros propietarios, tanto sobre los vagones ajenos como en los propios (cuando el vagón es propio, la participación es ejecutada a sí mismos).

·         Debe aplicarse una tarifa en favor del propietario cinco veces superior a la participación en los fletes cuando el vagón no esté ni trabajando, ni regresando ni situado en una vía neutral.

·         El vagón de terceros que no está explotado quema en las manos de quienes lo tendrán.

·         La aplicación en los balances de esas sanciones a los vagones propios de los actores ferroviarios, no será un resultado sobre los mismos, pero sí expresará el nivel de eficiencia en cuanto a la explotación y operación de cada compañía especializada.

Qué operaciones de vagones libres no son intermodales

·         Todas aquellas en las que el operador de transporte es el ferrocarril, propietario o no del vagón, y no es ni transporte de semirremolques ni transporte de contenedores.

Esta comprehensión, extrema, busca que se comprenda que el intermodalismo es un modelo económico y no ni documental ni técnico.

Aunque el camino a seguir será la maximización de operaciones con contenedores y semirremolques para cada vez más tipos de carga y más tipos de operaciones, el camino hacia ello deberá estar ampliamente completo de elementos de esa economía que coadyuven a alcanzar la máxima eficiencia a través de la extensión del intermodalismo.

Trazabilidad

Conceptualmente, se deben perseguir los mismos objetivos -similares- que en el caso del Tractorismo.

En este tema, en lugar de verificar las cuestiones técnicas del tractor y/o del semirremolque, será necesario trazar las del vagón y su carga (Por separado).

El mundo de los vagones libres

Operador comercial de vagones libres

Es quien, propietario o no, arrenda los vagones a quienes los necesitan para realizar las cargas de sus clientes. También es quien se relaciona con las compañías de tracción ferroviaria para garantizar la circulación de origen a destino y regreso o nuevo destino o disposición en playa neutral.

Es el responsable técnico por los vagones. Realiza por sí o por terceros su mantenimiento.

Inversor en vagones libres

Habilitado en un registro de inversores, es quien maneja fondos de inversión, fideicomisos, etc, para la incorporación y reposición de vagones en el sistema ferroviario dentro de la operatoria de vagones libres.

También es quien puede ser propietario privado o estatal de los mismos.

Operador de plazoletas de carga e intercambio

Son los habilitados para operar espacios físicos donde se operan vagones para su carga en cualquier modalidad (Intermodal, multimodal, modal).

El sitio, inmueble o terreno, puede ser de propiedad ferroviaria o de terceros, pero debe estar habilitado a tal fin por los organismos correspondientes.

Operador de transporte intermodal

Es quien, habilitado, puede realizar operaciones de comercio de transporte de cargas como vínculo contractual entre el cliente o cargador, el responsable de la unidad de transporte (contenedor, semirremolque o vagón), el operador de vagones libres, la plazoleta y todos los componentes de la cadena de transporte que harán posible que el vehículo, tome la carga en origen y la deje en destino.

Desafíos y beneficios consecuentes

El ferrocarril podrá recibir grandes inversiones por parte de terceros en cuanto a unidades de transporte (vagones), y multiplicar las operaciones al surgir nuevos interesados en que ese material de transporte esté operando constantemente.

La reglamentación debe garantizar accesibilidad de los inversores y competitividad en la participación de cargas de los vagones. No deben quedar bloqueados de ser trasladados toda vez que tengan carga y el ferrocarril que tracciona siempre debe poder percibir tarifas suficientes para que esa movilización sea atractiva.

La proyección de la reconstrucción de vías tendrá una mayor rentabilidad al disponer en el escenario futuro (inmediato), una amplia variedad de jugadores interesados en disponer de vagones.

Este modelo es inviable toda vez que el ferrocarril camine hacia la competencia entre trenes de cargas privadas de unas muy pocas compañías. Eso no sería ferrocarril, sino patios traseros de corporaciones.

 

Autor: Jorge de Mendonça

intermodalargentina@gmail.com     www.intermodal.com.ar    www.linkedin.com/in/JdeM-intermodal

Mayo 2016, jorgedemendonca@gmail.com

 

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